El parlamentario valoró los objetivos alcanzados, como el fin a la lógica del FUT, la recaudación del 3% del PIB y un germen de desintegración del sistema con un margen de impuesto a las empresas sin crédito. Advirtió necesidad de fortalecer el SII y llamó al Gobierno y Nueva Mayoría a no repetir actuaciones como la del protocolo de acuerdo.
Este martes se inició la votación en sala del proyecto de reforma tributaria. En su intervención, el senador Montes habló de una reforma estructural que termina con la lógica del FUT: “No es sólo un registro, sino también un sistema de privilegios que con esta reforma se altera en lo fundamental”. Destacó la recaudación, que espera se cumpla, de 3% del PIB y la creación de un impuesto a las empresas de 9,5% que no se descuentan a las personas: “Empezamos a desintegrar el sistema para caminar a uno con mayor transparencia y claridad”.
Otro avance importante es la nueva doctrina para el Servicio de Impuestos Internos que implica la norma general antielusión, que determina que ya no sólo se ajustará a la formalidad, sino que podrá calificar la sustancia, esto es si hay afán de eludir y evadir: “Necesitamos fortalecer el Servicio de Impuestos Internos porque este proyecto tiene como pilar lo que esta institución pueda hacer”, añadió.
Asimismo, planteó la necesidad de que constituya un equipo de expertos preparado para fiscalización de grandes contribuyentes del SII: “Al mismo tiempo que hay privados planificando el diseño tributario para pagar menos impuestos, necesitamos uno trabajando para evitar que esto ocurra”.
En lo político se refirió a la necesidad de que la Nueva Mayoría actúe con mayor transparencia. Esto luego de la evaluación de lo ocurrido con protocolo de acuerdo: “Para nosotros el problema no es que haya o no haya acuerdo. El problema es que lo que hagamos tiene que ser muy transparente, frente a la ciudadanía, la que tiene que entender lo que estamos discutiendo o y lo que no”, explicó.
A su juicio la manera en la que se llegó al acuerdo violentó lo que la ciudadanía conocía del debate en ese momento: “Es fundamental la transparencia frente al país para que se sepa qué estamos ganando y qué estamos renunciando”.
En tal sentido, el Senador fue enfático en señalar que el proyecto actual es inferior al original por la falta de regulación del pago de impuestos de grandes grupos económicos: “Todavía van a seguir contando con una parte de utilidades no distribuidas en la que estos grupos decidirán qué hacer, con los riesgos que esto implica”, explicó. “Ese es el punto nodal, de lo que cambiaba entre un proyecto y otro”.
“La ciudadanía tiene que saber que llegamos a este acuerdo por la desaceleración, un factor que estuvo detrás de todo el debate. También es verdad que el proyecto tenía debilidades que obligaban a buscar alternativas. Pero también, era importante llegar a un acuerdo para recaudar el dinero necesario para las políticas públicas que vienen”.
Otro de los puntos que quedaron fuera del proyecto de ley fueron los beneficios del sector de construcción e inmobiliario. “Chile es considerado en el extranjero como el paraíso del suelo porque no paga impuestos”. A su juicio no hay condiciones en la Nueva Mayoría ni en el Parlamento para modificar el tratamiento que se le da al sector inmobiliario y, particularmente, al suelo: “Al final, no sólo es el efecto de recaudar, sino que construir ciudad y pensar nuestra la política habitacional, por lo mismo esperaba mayor seriedad”.